Este año, los principales objetivos de este acto anual han sido la prevención de los riesgos auditivos entre los jóvenes y en el entorno profesional, y las acciones a favor de los mayores.

En el primer ámbito, el objetivo es prevenir el daño auditivo entre los jóvenes expuestos a elevados niveles de decibelios, como la música amplificada de conciertos, discotecas y walkman.

Para ello están previstos actos informativos sobre los peligros de estas actividades, en los que se recomendarán medidas de prevención, como la utilización de protecciones auditivas en entornos ruidosos, y acudir con frecuencia a chequeos, en especial cuando se produzcan síntomas de pérdida de audición.

También se ha publicado un folleto que estará disponible en centros de información juvenil y mutuas de estudiantes.

En el ámbito laboral, el objetivo es informar al sector empresarial de los riesgos auditivos vinculados con la práctica profesional y de las medidas para mejorar las condiciones acústicas en el lugar de trabajo, así como lograr que los trabajadores acudan regularmente a controles de la audición.

En lo que se refiere a las personas mayores, la jornada ofrecerá información a este sector de la población sobre el descenso natural de la audición ligado a la edad, con el fin de lograr que los mayores acudan a controles tan pronto como aparezcan los primeros síntomas.

Las asociaciones que participan en la jornada también reivindicarán que los poderes públicos mejoren las ayudas económicas para el tratamiento de la sordera entre los mayores y favorezcan el desarrollo de nuevas ayudas técnicas.

En Francia hay más de cinco millones de personas con deficiencia auditiva, un 40% de los cuales son menores de 55 años. Sólo un 15% de las personas que sufren este problema llevan audífonos, frente a un 45% en Estados Unidos y un 50% en Dinamarca. Dos tercios de los mayores de 65 años franceses sufren pérdida auditiva.