Esta jornada pretende fomentar comportamientos corteses y educados entre los conductores, con el fin de que hagan más fácil y segura la conducción.

Según el sondeo anual que realiza Ad'Hoc Research para la aseguradora AGF, los franceses tienen una mala imagen de sí mismos al volante. Un 64% de los encuestados dijeron que los conductores eran agresivos, vengativos y respetaban poco a los peatones.

Pero estos calificativos no sólo se utilizaron para describir el comportamiento de los conductores de turismos. Motoristas de la policía, repartidores de todo tipo, camioneros, taxistas y conductores de autobús recibieron la misma consideración.

La jornada pretende que conductas como excusarse por pasar delante o dar las gracias a otro transeúnte cortés, habituales entre los peatones, se hagan extensivas a la conducción de vehículos, teniendo en cuenta que el papel de conductor y el de viandante son intercambiables.

La seguridad de la carretera en Francia vive un buen momento en la actualidad, con una reducción del número de fallecidos en accidente de tráfico de un 9% durante 2004, año en que el número de víctimas en carretera se situó en 5.200.

Sin embargo, queda mucho por hacer si se tiene en cuenta que Francia e Inglaterra tenían una siniestralidad similar en 1970, y en 2003 el Reino Unido registraba una mortalidad un 40% inferior a la de Francia. Por eso, los promotores de la jornada ponen como modelo la "actitud británica".

El 54% de los franceses se muestra a favor de un incremento de las medidas preventivas para mejorar la seguridad de las carreteras, frente a un 8% que reivindica medidas represivas. La jornada de la cortesía al volante se inscribe en esta política de tolerancia y una de sus principales recomendaciones es facilitar la maniobra de cambio de carril, causa de muchas fricciones. Este comportamiento simple mejora la comunicación entre conductores según la AFPC.