FRANCESCO COSSIGA, INVESTIDO "HONORIS CAUSA" POR LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

-La ceremonia fue presidida por el prelado del Opus Dei, Alvaro del Portillo

PAMPLONA
SERVIMEDIA

El ex presidente de la República Italiana Francesco Cossiga, en su discurso de agradecimiento señaló que "sin una lectura 'constitucinal' de la historia política italiana, sin una lectura histórica de nuestra Constitución y de nuestras vicisitudes constitucionales desde 1945 en adelante, no se pueden comprender las razones reales y las raíces profundas de la crisis institucional de mi país".

Cossiga expresó su deseo de volver al estudio del Derecho Constitucional y manifestó que "la cultura -entendida como valor moral- debe ser una prioridad en política, si quiere dar a la acción no la sola dimensión del arte del poder sino la dimesión y el calor de la 'virtud del servicio' al hombre y a la humanidad".

Por su parte, Rafael Frübeck de Burgos se refirió a su pasión, la música y dijo: "En la carrera de un intérprete, existe un punto de partida esencial: su actitud hacia la obra interpretada, hacia su creador".

"En unos tiempos en los que se ha usado y abusado de las obras, lesionándolas en benficio de un dudoso éxito, he tenido la suerte de saber cúal era mi obligación: servir a la obra interpretada y a su autor de la manera ás fiel posible y exponer, aun por encima de la belleza, la posible verdad que ese compsitor nos ha legado. Si algún pequeño mérito he tenido ha sido éste: buscar con ahínco esa verdad en la músia que interpreto y exponérsela al público de la mejor forma posible", subrayó el compositor.

Moseñor Alvaro del Portillo, tras destacar los méritos universitarios de los siete nuevos doctores, se refirió a los problemas sociales y humanos que aquejan en la actualdiad al mundo, y aseguró que en su raíz se encuetra "ese individualismo egoísta que procede del materialismo práctico, desconocedor de la verdadera dignidad de la persona humana".Asimismo, resaltó que "cuando se olvida que el hombre es un ser destinado a la trascendenica y abierto a la comunidad con sus hermanos los hombres, la solidaridad pierde su fundamento y la vida social se ve sometida a un proceso de degradación, con consecuencias que afectan tanto a la vida de los pueblos como al orden internacional".

"La institución universitaria", añaió monseñor Alvaro del Portillo, "no puede plegarse cómodamente a las fuerzas dominantes, sino que debe sacar de sus propios recursos, institucionales y éticos, las energías necesarias para encontrar soluciones adecuadas a problemas tan acuciantes".

Por último, monseñor Alvaro del Portillo volvió a referirse a los protagonistas del acto: "Una característica común los doctores que hoy honramos es precisamente su espírituo creativo, basado en la optimisma convicción cristina de que es posible desvelar l verdad cuando a ésta no se antepone el propio egoísmo, cuando se colabora con los demás para que la realidad permita descifrar sus enigmas".

"Por eso", añadió, "un acto acedémico como el que hoy nos reune, además de motivo de acción de gracias de Dios, es también un acicate para proseguir, con ilusión y vigor, la misión universitaria que la sociedad contemporánea espera de vosotros".

(SERVIMEDIA)
29 Ene 1994
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