Fraga formula este diagnóstico en "Papeles y Memorias", una publicación de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas que dedica un número especial al veinte aniversario de la Constitución con artículos del presidente gallego y otros dos ponentes de la Carta Magna, Gregorio Peces Barba y Miguel Herrero y Rodríguz de Miñón, junto con otras personalidades.

El presidente gallego asegura que, aunque "la Constitución de 1978 significó un importante avance en la articulación territorial del Estado, no se ha alcanzado el éxito de una solución final o definitiva".

A su juicio, "el Estado autonómico ha producido muchos frutos positivos y debe ser consolidado. Frente a planteamientos basados en teorías como la de los derechos históricos o en principios como el de la autodeterminación, tenemos un deber histórico d mantener y reforzar la unidad básica de las Españas".

Para Fraga, "la ruptura del Pacto Constitucional, en este momento y sobre esta cuestión, nos situaría en un retorno al estado de naturaleza hobbesiano", es decir, una lucha de todos contra todos.

Por su parte, el ex presidente del Congreso Gregorio Peces Barba afirma que "los nacionalistas deben abandonar ese recurso a los agravios ficticios y a las reivindicaciones indeclinables que van colocando sucesivamente sobre la mesa, y la iglesia no ebe pretenden recuperar espacios de influencia incompatibles con la laicidad del Estado, ni alegar verdades indiscutibles frente al principio de las mayorías y a las demás reglas del juego democrático".

Peces Barba opina que la Constitución no es inmodificable, pero "en todo caso, la violencia terrorista no puede ser motor ni motivo para una revisión constitucional. Toda revisión debe tener unas causas racionales y justificadas, y no puede derivar del temor, ni del deseo, por otra parte, de acabar conél. La Constitución no se puede cambiar para que cese la violencia porque no hay una correlación lógica, ni tampoco moral, entre ambos objetivos".

Herrero de Miñón sostiene, por su parte, que "no es necesario reformar la Constitución, sino corregir la uniformidad por vía de convención constitucional, generada mediante amplio pacto político de Estado". En su opinión, "la asimetría de la politerritorialidad y plurinacionalidad española hace que cualquier versión uniforme de las autonomías resulte disfunional".