En su declaración como testigo en el "caso fondos reservados", el ministro insistió en que los diputados que presentaron la denuncia en 1994 no querían ejercer una acusación, sino "poner en conocimiento de la justicia unos hechos que podían ser constitutvos de delito". En aquel momento, Trillo era el vicepresidente segundo del Congreso de los Diputados.

Asimismo, señaló que los diputados populares denunciaron "unos hechos, no a unas personas", con las que, según dijo, "he mantenido una relación leal y de amistad".

Según Trillo, una vez concluida la comisión de investigación del "caso Roldán" y publicadas numerosas informaciones al respecto del uso inebido de fondos reservados, los diputados populares se sintieron "obigados" a poner los hechos a isposición de la justicia, sobre todo después de fracasar todos los intentos del PP por someter los fondos reservados a control parlamentario.

"Siendo pública y notoria la información que ponía en conocimiento de la opinión pública española el uso indebido de fondos reservados, nosotros decidimos ponerlo por escrito", explicó Trillo. "Estando tan publicitado y no desmentido ni por (Felipe) González ni por (José Luis) Corcuera", continuó, "alguien debería trasladarlo a los tribunales".

El titular e la cartera de Defensa explicó que, antes de denunciar los hechos, habían instado formalmente al entonces fiscal general del Estado, Carlos Granados, a que abriera una investigación.

CONTESTAR CON TODO DETALLE

El abogado defensor del ex ministro de Interior José Luis Corcuera, Leopoldo Torres, preguntó al testigo por los regalos que, como presidente del Congreso de los Diputados, realizó entre 1996 y el 2000 a los diputados y a trabajadores de la Cámara Baja por Navidad.

Trillo explicó que el ongreso, que no tiene partidas dde fondos reservados, sí posee cuentas para gastos de protocolo. "Durante mi etapa de presidente continué la páctica iniciada con la democracia: la tradición de obsequiar a los diputados con un regalo en Navidad", indicó.

En esta línea, Trillo precisó cuáles fueron los regalos que entregó cada uno de los cuatro años que fue presidente de la Cámara Baja: una reproducción del frontispicio del Congreso; un libro conmemorativo de la Construcción del Palacio del Congreso de os Diputados; una edición limitada de la Constitución con motivo de su vigésimo aniversario; y una "cajita" con el escudo del Congreso.

Una vez finalizada la sesión, Corcuera manifestó a los periodistas, mientras mostraba el último de los obsequios, que le "llama la atención lo de la cajita", porque "pesa 376 gramos" y "es de plata". "Tengo yo una caja de puros que pesa la mitad", dijo el ex ministro.

No obstante, Corcuera aclaró que, desde su punto de vista, "no es ilegal, es correcto. Yo no denncio ninguna ilegalidad, pero si él puede hacerlo, yo también". Corcuera se refería así a los regalos que hizo a las mujeres de sus subordinados en el Ministerio de Interior, con dinero de los fondos reservados, para compensarles por días de vacaciones pérdidas por razones de trabajo.