Almunia se mostró convencido de que en una negociación tan compleja, "algo hay que entregar para que te den lo que pides", pero se mostró partidario de poner unas condiciones "por debajo de las cuáles no se puede aceptar un resultado".

En este sentido, expresó su preocupación porque ha empezado a ver en la prensa española, que "cada ministro empieza a tirar por su lado". Entre otras, puso como ejemplo las declaraciones de la ministra de Agricultura, que resumió como "lo ás importante es lo mío, que no me quiten ni una peseta de Agricultura, lo de la cohesión da igual".

A su juicio, es "deseable" consensuar con el Gobierno en un asunto como éste, pero advirtió de que "el consenso en versión Aznar suele suponer siempre un cheque en blanco, y un cheque en blanco no lo vamos a dar. Sería una irresponsabilidad por nuestra parte darle un cheque en blanco a un Gobierno que no se ha hecho merecedor de tal confianza".

Explicó que el Partido Socialista ofrece consenso al obierno "en base a unas condiciones, a unas premisas, a unos requisitos y a unos objetivos".

Según Almunia, los socialistas quieren que Europa avance, no que se frene; que España esté en vanguardia del proceso de construcción europea, no que sea una remora; que Europa sea un espacio de paz, de libertad, de convivencia, de bienestar y no un simple mercado; una Europa cohesionada y no una Europa insolidaria entre sus propios miembros; una Europa activa en el exterior y no una Europa que cede a los direcorios de los países más poderosos la conducción de los grandes asuntos de política exterior que interesan a todos los europeos; una Europa abierta al mundo que no caiga en tensiones proteccionistas, y una Europa de los ciudadanos y no sólo de las empresas o de los grupos económicos.

"Si avanzamos en este sentido gracias a la actuación del Gobierno, le apoyaremos y se lo diremos", dijo Almunia. "Incluso si el Gobierno, para avanzar en esta dirección, quiere nuestra colaboración, ya que tenemos tantos aigos ahora con poder en Europa, se la podemos dar. Ahora", advirtió, "entre no poner zancadillas al Gobierno y aplaudir a un mal Gobierno hay una diferencia muy grande".