El vuelo, cuya salida estaba prevista para el 2 de julio a las 14,00 horas, salió finalmente hacia su destino el 3 de julio a las 15,40 horas, es decir, con un día de retraso.

Según los datos de Aviación Civil, el viernes 1 de julio, un día antes del día del incidente, la compañía ya detectó, antes de iniciar el mismo vuelo, una avería en la bomba de combustible que permite el vuelo de un avión bimotor en itinerarios de más de 60 minutos entre aeropuertos alternativos para este tipo de aeronaves, es decir, la bomba que permite el vuelo directo entre Madrid y Cancún.

La compañía trató de reparar sin éxito la avería en Madrid hasta que desistió más de tres horas después. Programó por tanto un vuelo con escala intermedia (en Bermudas) y no directo entre Madrid y Cancún. A la llegada a Cancún reemplazó la bomba de combustible averiada.

Regresó a Madrid, esta vez en vuelo directo. De regreso a Madrid, el 2 de julio, la compañía detectó que las ruedas del kit de repuesto habían impactado en un panel de la bodega y dañado una pieza estructural de la misma.

La compañía pidió entonces una pieza de repuesto que tuvo que llegar desde Hamburgo (Alemania), lo que hizo el 3 de julio a las 12,00 horas. El cambio de pieza finalizó a las 15,40 horas.

El ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), dependiente de Fomento, ha trasladado a la Dirección General de Aviación Civil toda la información en su poder sobre la incidencia.

Por su parte, Aviación Civil está a la espera de conocer el informe previo del incidente técnico para su evaluación y acciones que pudieran corresponder.

Durante estos días de especial intensidad del tráfico de pasajeros en los aeropuertos españoles, AENA ha puesto en marcha un programa especial de refuerzo de los servicios de asistencia a los pasajeros.