En la actualización de sus previsiones en el marco del Artículo IV, el organismo destaca que la actividad económica en España “se ha mantenido resistente a pesar del viento en contra” producido por la invasión rusa de Ucrania. Pone en valor “el fuerte repunte del turismo y otros servicios”, que han “respaldado” el crecimiento en 2022, y los niveles de empleo, que “han superado su nivel previo a la pandemia”.

“Sin embargo”, el informe indica que los elevados precios mundiales de la energía y los alimentos, el debilitamiento del crecimiento de los socios comerciales, el deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas, y el aumento de las tasas de interés “han frenado la recuperación de la producción”, por lo que retrasa hasta “principios” de 2024 –cuando la economía española crecerá un 2,4%– el retorno de la actividad económica a los niveles previos a la pandemia.

El FMI elogia en el documento “la resiliencia económica” de España y “el sólido desempeño” del mercado laboral en “el contexto de choques sucesivos”, pero avisa de que las perspectivas para 2023 están sujetas a “una gran incertidumbre dada la vulnerabilidad a los efectos secundarios” de la guerra de Ucrania, así como la debilidad de la demanda mundial, el endurecimiento de las condiciones financieras y la presión de los precios energéticos.

Ante esta coyuntura, el organismo vaticina que el PIB español crecerá un 1,1% en 2023, una cifra que “refleja” el impacto de los riesgos enumerados para este año. No obstante, señala que un “uso acelerado” de los fondos europeos –cuyo progreso ve con buenos ojos– y una liquidación “más rápida” de los ahorros de los hogares podrían impulsar la demanda interna.

En paralelo, subraya la importancia de aplicar políticas macroeconómicas “flexibles y cuidadosamente calibradas”, así como una “fuerte implementación de la agenda de reformas estructurales" para poder así apoyar "el crecimiento sostenible e inclusivo”.

INFLACIÓN

Respecto a la inflación, el organismo espera que se modere desde el 8,5% registrado de media en 2022 hasta el 3,7% este año, aunque la subyacente se situaría en torno al 4,6% de media. Esta estimación es resultado del “alto” incremento de los precios registrado durante el año pasado, de la reducción de “los cuellos de botella en el suministro” y de una “cierta normalización” de los precios mundiales de los combustibles fósiles.

El FMI subraya la efectividad de la “oportuna política de apoyo” a los hogares y empresas llevada a cabo por el Gobierno, aunque advierte de que es “probable” que tanto la inflación general como la subyacente se mantengan por encima de la meta del 2% en el corto plazo marcado por el Banco Central Europeo (BCE), ya que vaticina que la media anual estará en el 2,7% en 2024 y en el 2,1% en 2025.

Sobre el último decreto anticrisis, acoge con satisfacción que el Ejecutivo haya hecho caso a sus recomendaciones y haya apostado por “una mejor focalización” de las medidas, así como “una mayor preservación de las señales de precios”.

DÉFICIT PÚBLICO

En cuanto al déficit público, el FMI estima que cerró 2022 en el 4,5% y mejora en cinco décimas la previsión del Gobierno, que lo cifraba en el 5%. De cara a 2023, espera que se incremente en una décima, hasta el 4,6%, y a partir de ahí se reduzca hasta el 3,5% en 2024 y el 3,7% en 2025.

Con estas cifras, el organismo destaca la mejora en las finanzas públicas desde la pandemia y da la bienvenida a la postura fiscal “moderadamente contractiva” prevista en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023.

De todos modos, no pierde la ocasión de enfatizar que en los próximos años será “necesaria” una consolidación “fiscal, gradual y sostenida, respaldada por un plan de consolidación a mediano plazo, para crear espacio para responder a futuros shocks”. Asimismo, pide adoptar medidas adicionales “para preservar la sostenibilidad del sistema de pensiones”.

EMPLEO

Por otro lado, el FMI afirma que las presiones salariales sobre la inflación “se han contenido hasta ahora” y reconoce los resultados “positivos” de la reforma laboral.

De cara a 2023, pide “un seguimiento continuo” de las políticas de empleo para evaluar “la eficacia” de la reforma laboral, y advierte de que será un año en el que la tasa de desempleo se mantendrá intacta en el 12,8% y en el que solo se crearán un 0,5% más de puestos de trabajo. Para 2024 y 2025, el FMI augura más creación de empleo, con crecimientos del 0,8% y del 0,6%, respectivamente, que rebajarían la tasa de desempleo hasta el 12,5% y el 12,3%.

BANCA

Por último, el organismo manda un mensaje a la banca española, a la que pide ser “prospectiva” a la hora de evaluar la calidad de sus préstamos y mantener “niveles adecuados de provisiones”.

Además, y en línea con la anterior actualización del Artículo IV, insiste en “monitorear de cerca” el impacto del nuevo impuesto temporal a la banca sobre la provisión y el costo del crédito.