Los fondos que los bncos aportaron durante la década de los 70 a determinados países, especialmente de América Latina, fueron la causa de lo que se denominó "riesgo país", que dio lugar a una gran deuda externa por parte de estos países, parte de la cual no pudo ser devuelta a los bancos prestamistas.

Esta circunstancia generó durante la década de los 80 una gran desconfianza por parte de los bancos internacionales hacia los países latinoamericanos y de otras áreas del mundo en vías de desarrollo.

Preston manifestó ue en la asamblea de Madrid el BM ha obtenido un "fuerte respaldo para sus decisiones" y, según sus palabras, un impulso de sus accionistas para continuar con la línea en la que viene actuando.

Asimismo, destacó la voluntad del BM de "seguir luchando contra la pobreza" y añadió que en su ámbito de acción figura el objetivo de luchar contra fenómenos como el de que 400 millones de niños mueran todos los años por causas que se podrían prevenir.

Por otra parte, el presidente del BM se refirió a la mdificación de las cuotas y del poder dentro del BM que deben experimentar algunos países en función de su nueva posición económica relativa, un asunto discutido en la asamblea de Madrid.

Concretamente, comentó la situación de los países que forman parte del denominado "milagro asiático", que en su opinión deben acrecentar su posición y poder dentro del BM. Según Preston, el problema para llevar a cabo esta recomposición de los accionistas del BM es "quién renuncia a una posición más fuerte en la gerenia del banco". A su juicio, esta cuestión deben resolverla los propios accionistas.

Preston eludió pronunciarse sobre la necesidad de que los países industriales acepten las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en cuanto a reducción de los déficits públicos y control de la deuda de los estados y se limitó a contestar a una pregunta diciendo: "Estoy esperando al año que viene para contestar a su pregunta".