Para obtener la aprobación del FMI y el Banco Mundial, Honduras puso en marcha una estrategia para la reducción de la pobreza y un plan para atajar el problema de la corrupción.

Del mismo modo, las autoridades de ese país llevaron a cabo una reforma del sistema del seguro social que fortaleció los servicios básicos de salud para las personas más desfavorecidas.

Por ello, las entidades financieras internacionales consideran que la actual política económica de Honduras refleja reformas "importantes y continuas para fortalecer las bases de su economía".

"Esta condonación quita del camino un gran obstáculo para la aceleración del crecimiento y desarrollo económicos y es parte importante del esfuerzo por reducir la pobreza en los próximos años", aseguró Jane Armitage, directora para América Central del Banco Mundial.