Cada una de las 150 embarcaciones afectadas por este paro, en su mayoría con base en purtos de Cádiz y Huelva, ha dejado de facturar 200.000 pesetas diarias por la falta de actividad, sin contar los gastos de mantenimiento y las pérdidas sufridas por las empresas auxiliares dependientes.

El vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradías, Mariano García, señaló que esta parada es discriminatoria porque las autoridades marroquíes la justifican para regenerar los caladeros, pero los barcos de ese país siguen faenando.