El tribunal alega en la sentencia, conocida hoy, que un informe pericial sobre el ADN de Vicario Setién encontrado en una maquinilla de afeitar que se había hallado en el zulo utilizado por ETA para el secuestro de Aldaya, no fue aportado como prueba en el juicio, pese a que se dió traslado del mismo a las partes el pasado mes de septiembre.

En consencuencia, al no existir una prueba que corrobore la declaración incriminatoria que Francisco José Ramada Estévez y Sagrario Yoldi Múgica, ya condenados por estos hechos, prestaron en su día ante el juez que investigó el caso, los magistrados han decretado la libre absolución de Vicario Setién.

Sin embargo, según informó hoy la portavocía del Miniserio Público en la Audiencia Nacional, el departamento dirigido por Javier Zaragoza no comparte esta tesis y sostiene que la prueba de ADN que figuraba en el sumario no fue impugnada por ninguna de las partes personadas en el caso y, por lo tanto, figuraba en la causa y el tribunal debió valorarla.

Asimismo, sostiene que la doctrina del Tribunal Supremo permite la valoración de la prueba aunque no se haya aportado en el momento del juicio.

Para el departamento que dirige Javier Zaragoza, con la sentencia dictada hoy sobre el secuestro de José María Aldaya, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se aparta de la doctrina del Tribunal Supremo.

Será el próximo lunes, previsiblemente, cuando la Fiscalía de la Audiencia Nacional decida recurrir la sentencia dictada hoy a favor de Vicario Setién.