El fiscal Jesús Alonso pactó la rebaja de la pena con la defensa de Garrido, que actualmente tiene 23 años, antes de que se iniciase la vista oral del proceso, prevista para hoy en la Audiencia Nacional.

La Fiscalía pedía inicialmete para el acusado una pena de 16 años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, como responsable de un delito de estragos terroristas.

El Ministerio Público ha decidido rebajar su petición hasta un año y siete meses, ya que Garrido se ha rehabilitado por completo, está fuera del entorno violento, tiene un trabajo estable y no ha participado en ningún otro acto de violencia callejera, informaron fuentes jurídicas.

Además, el fiscal ha entendido que la quema del local n puso en peligro la vida de las personas que residían en los pisos situados encima de la sucursal bancaria, puesto que las llamas únicamente afectaron al cajero automático de la oficina, según confirmaron los peritos.

Garrido ha reconocido que participó en la quema la sucursal del BBVA de la calle Askatasuna de la mencionada localidad vizcaína en agosto de 2000, sin que se haya llegado a concretar la identidad de sus acompañantes.

El Ministerio Público ha renunciado a pedir que el procesado indemice a la entidad bancaria por el incendio de su oficina, dado que el propio banco desestimó en su momento reclamar una compensación por los daños sufridos.