Cardenal viajó ayer a Bilbao para mostrar su apoyo personal a la fiscal, que en las últimas fechas ha sido objeto de continuas amenazas telefónicas, anónimos, insultos e incluso concentraciones delante de su domicilio, en las que se le recriminaba su oposición a la concesión del tercer grao penitenciario a un preso de ETA.

En una nota hecha pública hoy, la Fiscalía General del Estado asegura que desde que se iniciaron las amenazas "esta persona no ha podido desarrollar su ritmo de vida normal, en parte por no haber dispuesto de la necesaria protección policial", que en este caso debía ser realizada por la Ertzaintza.

Cardenal recuerda que desde la Fiscalía del País Vasco se solicitó en "reiteradas" ocasiones la citada protección para la fiscal y recrimina a las "autoridades competntes" por no haber obtenido "la respuesta deseada".

Por su parte, la Fiscalía del País Vasco agradeció hoy a Cardenal su apoyo y mostró su preocupación por el incremento de las presiones a los fiscales, "dirigidas con especial virulencia hacia una persona en particular", en referencia a Bujanda.