En esa operación, la Policía Nacional detuvo también a Liam Byrne, miembro del grupo, que fue interceptado en Alcudia (Mallorca) porque la justicia británica le buscaba por tráfico de armas.

Los Kinahan son un clan irlandés que estuvo asentado la década pasada en la Costa del Sol, a cuyos cabecillas ha puesto precio Estados Unidos con recompensas millonarias por considerarlos una organización internacional dedicada al tráfico de drogas y armas.

Según la Agencia Nacional del Crimen británica, Jack Kavanagh, de 22 años, es uno de los miembros de este grupo, aunque de menor relevancia que Byrne. La Fiscalía española afirma que la petición de extradición cumple con todas las condiciones requeridas y, por tanto, la apoya. La vista se celebrará mañana lunes en la Audiencia Nacional.

Kavanagh, ya he expresado su oposición a ser extraditado. Las autoridades británicas le achacan el uso de la mensajería Ecrochat para comprar armas de fuego y municiones. Además, ocultaron la posesión de armas prohibidas a la Policía. Llegó a comprar 14 a través de un tercero. En Gran Bretaña, se incautaron en un zulo 11 armas de fuego, incluyendo pistolas keckler y koche P30 de calibre 9 y 19 mm y munición de calibre 7,65 y por 17 mm de armas de fuego.

La Dirección General de la Policía española considera que este grupo se dedicaba a comprar pistolas y subfusiles para luego venderlas a otras organizaciones.

Muchas de ellas las compraban específicamente con sistemas que no dejaran marcadas huellas dactilares y así poder cometer crímenes dificultando el trabajo de la policía.