Cardenal, que hizo estas manifestaciones momentos antes de inaugurar la reunión de fiscales jefes de toda España, se refirió a la queja de los fiscales anticorrupción, que consideran que no les apoya lo suficiente y que tienen derecho a que les otorgue "públicamente amparo".

Tras explicar que su actitud en defensa del Ministerio Público no ha pdido ser pasiva porque no ha actuado, Cardenal instó a los fiscales anticorrupción a tomar las medidas legales contra quienes critican su trabajo.

Uno de los reproches que los fiscales anticorrupción realizan a Cardenal es su falta de reacción ante la carta que le escribió el alcalde de Marbella, Jesús Gil, en el que lanzaba duras acusaciones contra los fiscales encargados de su caso.

"El que yo salga a decir algo no va a añadir nada nuevo", aseguró Cardenal, quien reconoció que la situación de ls fiscales anticorrupción ante los ataques que reciben es "peculiar".

En este sentido, explicó que el ordenamiento jurídico no contempla ya el delito de desacato y deja en manos de los ofendidos cualquier acción legal contra el agresor, en este caso, Jesús Gil.

El problema estriba en que si los fiscales anticorrupción deciden actuar contra Gil, éste puede a su vez recusarles y solicitar que se inhiban del caso, alegando que están "contaminados".

En cuanto a la falta de amparo que le reprocha los fiscales anticorrupción, Cardenal señaló que no puede compararse la situación de los fiscales anticorrupción con la de la fiscal de Bilbao Mercedes Bujanda, quien solicitó el traslado fuera de Euskadi debido a las amenazas que venía recibiendo por parte del entorno etarra.

El fiscal general del Estado aclaró que viajó en su día al País Vasco para mostrar su apoyo a Mercedes Bujanda, pero no para ampararla.