Por el momento, el único encausado en relación con estos hechos es el también funcionario José María Pérez Gutiérrez, condenado a 100 años de cárcel como autor de la muerte de tres atracadores a la joyería de la calle Atocha de Madrid y absuelto sin embargo en el juicio que se siguió por la desaparición de"el Nani".

Según el abogado Carlos Vila, que representa la acción popular del caso, el fiscal ha revocado el auto de conclusión de sumario ante la sección séptima de la Audiencia de Madrid, que esperaba que las partes formularan sus escritos de calificación para fijar la fecha del juicio oral.

Los hechos ocurrieron el 6 de octubre de 1983, cuando Antonio Vilariño viajaba con su novia Paloma en un taxi y era seguido de cerca por los tres policías citados en un coche camuflado.

En un momento ddo, los funcionarios interceptaron el coche y, mientras Cabezas de Herrera y Martínez García se apostaban a los lados del taxi, Pérez Gutiérrez disparó sobre el delincuente, causándole la muerte al instante.

Según la versión de los policías, vigilaban a Vilariño porque era un integrante de una banda de atracadores de bancos y joyerías y Pérez Gutiérrez se vio obligado a disparar sobre él porque sacó un arma.

La novia y el taxista coinciden sin embargo en señalar que el delincuente no iba armado ylos funcionarios ni siquiera se identificaron como policías.

Las acusaciones, que además del ministerio público y de Carlos Vila está representada por Marcos García Montes, sostienen que se repitió la misma mecánica que en el asesinato de los atracadores de la calle Atocha y que Vilariño era un confidente de los policías, que planeaban atracos con él para quedarse con el botín.

Aunque el fiscal ya solicitó en su momento el procesamiento de los tres policías, la sala desestimó la petición, al consderar los hechos como un homicidio, por lo que los otros dos funcionarios no podían ser considerados autores del mismo.

Las acusaciones insisten en que la acción fue planeada por los policías y que todos deben ser procesados como autores de un asesinato, por lo que la sala tendrá que resolver la cuestión y decidir si debe practicarse la indagatoria a los acompañantes del autor material.