De acuerdo con el representante del ministerio público, San Epifanio, ex dirgente de Herri Batasuna, acordó con otras dos personas, un hombre y una mujer desconocidos, atentar contra un oficial del Ejército de Tierra con destino en el Gobierno Militar de Barcelona, para lo que estudiaron las horas de salida e itinerarios del militar.

Los etarras fijaron la fecha del atentado para el 7 de febrero y sobre las 19 horas de ese día se dirigieron hasta el domicilio del coronel García Campos en un vehículo robado, con placas de matrícula falsas.

Tras aparcar el coche, San Epifaio y otro miembro del comando se bajaron del automóvil y esperaron a que llegase el militar, al que dispararon a bocajarro un tiro cuando iba a entrar en el portal de su domicilio, matándolo en el acto.

Inmediatamente, los terroristas huyeron en el coche robado, que abandonaron poco después en la calle Marqués con material explosivo activado con un dispositivo trampa, con el fin de que estallase al ser manipulado por los funcionarios policiales, lo que no se produjo al ser desactivado.

El fiscal ide el procesamiento de San Epifanio por los delitos de pertenencia a banda armada, terrorismo, asesinato, asesinato frustrado, utilización ilegítima de vehículo de motor y sustitución de placas de matrícula.