El brote provocó la muerte de cuatro personas y otras 128 tuvieron que ser ingresadas en diversos centros hospitalarios de la Ciudad Condal.

Según el fiscal, que solicita al juez la libertad provisional bajo fianza de un millón de pesetas para el empresario, los hechos constituyen un delito contra la salud pública y el medio ambiente.

La responsabilidad de los hechos recaen en Velao en función de su cargo, ya que era el encargado de controlar y vigilar el proceso de descargas y de la adcuación de las instalaciones.

La empresa fue la encargada de proceder a la descarga del haba de soja desde el barco "Argus Traveller" hasta los silos del puerto de Barcelona, que eran propiedad de Bergransa.

Un informe del área de Sanidad del Ayuntamiento de la ciudad, realizado 1987, indicaba que la empresa carecía de equipos de mangas filtrantes del polvo, tanto para su aspiración desde el barco como para la descarga del producto en el silo.

El estudio especificaba que la inexistencia de ls filtros provocó la expansión del polvo al exterior los días 4 y 7 de septiembre del citado año.

Tanto el Ayuntamiento de Barcelona como el área de Sanidad de la Generalitat de Cataluña ordenaron la suspensión de los trabajos el 10 de septiembre, al tener conocimiento de los hechos.

Las 4 víctimas mortales del brote de asma desencadenado fueron Herminia Martínez Soriano, Elvira Polo Sorrulla, Salvador Martín Martín y Pedro Gasany Canadell.