El fiscal acusa a Rubenach de haber planeado junto con los otros dos miembros del comando Susana Arregui y Juan María Lizarralde, ambos muertos el 25 de junio de 1991 en la Foz de Lumbier en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, un ataque contra el cuartl de la Guardia Civil de esa localidad.

Para ello, los tres terroristas fueron llevados hasta el lugar el 23 de diciembre de 1988 por los otros dos procesados, Juan José Zubieta Zubeldía y Javier Goldaraz Aldaya, en sus respectivos vehículos, en los que también transportaban los artefactos explosivos preparados para su colocación.

Tras llegar a la localidad, Zubieta Zubledía y Goldaraz Aldaya esperaron en los alrededores mientras Rubenach y los otros dos terroristas colocaron los artefactos a uno 220 metros del cuartel, instalando un sistema de lanzamiento de granadas tipo Jotake, con un dispositivo de iniciación mediante temporizador para asegurarse la huída.

Asimismo, situaron en las proximidades otros dos artefactos explosivos compuestos por amonal y enterrados en el suelo, constituyendo trampas destinadas a causar la muerte a los miembros de la Guardia Civil que se aproximaran al lugar.

Sobre las 2,45 horas de ese día, los morteros Jotake se accionaron comenzando a lanzar granadas cotra el cuartel, causando lesiones a un guardia civil y daños en el edificio y en los vehículos de los agentes por un valor total de 535.695 pesetas.

Además, cuando el cabo José Aguilar García salió del cuartel con otros dos guardias civiles para repeler el ataque, fue alcanzado por una de las trampas-bombas, que le arrancó la pierna derecha y le causó gravísimas lesiones.

Como consecuencia de los disparos efectuados por miembros de la Guardia Civil para repeler el ataque, resultó muerta una vaca ropiedad de José Luis Pérez, tasada pericialmente en 140.000 pesetas.

Una vez accionados los artefactos por Rubenach y los otros dos terroristas fallecidos, éstos fueron recogidos por Zubieta y Goldaraz, que los trasladaron hasta el barrio de San Juan en Pamplona.

El fiscal considera que estos hechos son constitutivos de los delitos de atentado contra las fuerzas de seguridad del Estado, asesinato frustrado y estragos, de los que son responsables Rubenach como autor y Zubieta Zubeldía y Goldaraz omo cooperadores necesarios.