EL FISCAL PIDE 30 AÑOS PARA CADA UNO DE LOS DOS GRAPO QUE EN 1989 ATENTARON CONTA EL CORONEL JUAN MARCO ARNAU

MADRID
SERVIMEDIA

El fiscal solicitó 30 años de prisión para Guillermo Vázquez Bautista y María Jesús Romero Vega, presuntos miembro de la banda terrorista Grapo, que fueron juzgados hoy en la Audiencia Nacional por el atentado cometido en Valencia contra el coronel Juan Marco Arnau, en diciembre de 1989.

El militar, incapacitado de forma permanente por los dos balazos que recibió, uno en el tórax y otro en la cabeza, compareció ante el tribunal como testgo y reconoció a Vázquez Bautista como el hombre que intentó acabar con su vida.

El testigo relató que en la mañana del 15 de diciembre de 1989 salió del portal de su casa a una hora habitual y, antes de subir al vehículo oficial que le esperaba, observó la presencia de un hombre y una mujer que le levantaron sospechas.

Según el coronel, sus temores se confirmaron cuando Guillermo Vázquez se llevó la mano a la cintura para desenfundar su pistola. El testigo explicó que, de inmediato, salió corriedo "porque iba desarmado".

El procesado efectuó entonces un primer disparo que no alcanzó su objetivo, aunque el segundo penetró por el hombro izquierdo del coronel, recorriendo toda la caja toracica.

"Caí entre dos coches y el hombre se acercó a rematarme", relató Juan Marco Arnau. "Me disparó a un palmo de la cabeza, pero instintivamente la ladeé, lo que impidió que la bala penetrara en el cerebro y me lo reventara", precisó.

Visiblemente emocionado, el coronel, que tuvo que interrumpir sunarración en un par de ocasiones por la fatiga, explicó que tuvo que causar baja en el Ejército "y no he llegado a general por culpa de estos señores".

Guillermo Vázquez negó todos los hechos y aseguró que en sus anteriores declaraciones reconoció la autoría del atentado, porque había sido sometido a torturas.

María Jesús Romero, que durante el acto permaneció junto al conductor oficial del coronel, el soldado Jorge Mir Mayor, amenazándole con su pistola, denunció también haber sufrido malos trats en comisaría, aunque en ningún momento prestó testimonio.

Por su parte, los peritos policiales afirmaron que los casquillos y vainas recogidos en el lugar de los hechos corresponden al arma intervenida a los procesados en el momento de su detención, en octubre de 1990.

El fiscal, que mantuvo sus conclusiones provisionales, considera que los hechos constituyen un delito de atentado, por los que pide una pena de 30 años de reclusión mayor apara cada uno de ellos.

En una vista celebrada ayer,el fiscal solicitó otros 30 años para María Jesús Romero, por el asesinato, en mayo de 1988, del banquero y empresario Claudio San Martín.

(SERVIMEDIA)
14 Nov 1991
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