Los hechos juzgados se remontan a la noche del 6 al 7 de junio del año pasado, cuando Rafael Antonio Márquez llegó a la capital oscense, procedente de Barcelona, donde había sido despedido de su trabajo como camarero. Aunque en un principio el joven pretendía encontrarse con su hermano, finalmente contactó con Manuel Zapater, a quien conocía desde hacía algunos años.

Según ha declarado ante el tribunal, el encausado asegura que fue engañado porel anciano, quien, tras pedirle que le llevase a su domicilio unas compras que acababa de hacer, le encerró en una habitación y le violó por dos veces.

Siempre según el testimonio de Rafael Antonio Márquez, el muchacho pidió a Manuel Zapater que le dejase marchar y, ante su negativa, se dirigió a la cocina de la vivienda, de donde cogió un hacha con la que dio al anciano un golpe en la cara, tan sólo con la intención de "asustarle".

Tras esta primera agresión y como Manuel Zapater gritaba al jove "me has matado y ahora sí que no te voy a dejar salir", Rafael Antonio Márquez perdió el control de sus actos y asestó a su víctima varios hachazos en la cabeza.

El acusado, que en una primera declaración admitió que también clavó un cuchillo en el pecho al anciano con la intención de rematarlo, ha asegurado hoy ante el tribunal que no recordaba este extremo.

Los psiquiatras que han declarado en calidad de peritos sobre el estado mental del acusado manifestaron que, según su informe, Rafael Antoio Márquez no padece enfermedad mental alguna, aunque sufre ciertas alteraciones de personalidad que le provocan desapego hacia el medio que le rodea y frialdad de sentimientos.

Rafael Antonio Márquez fue detenido después de haber abandonado la casa de su víctima, a quien sustrajo las llaves de su vehículo. En el coche fue sorprendido durmiendo en compañía de unos transeúntes con quienes pretendía viajar hasta Teruel, antes de quedarse sin gasolina a pocos kilómetros de Huesca.