EL FISCAL PIDE 27 AÑOS DE CARCEL PARA EL GUARDIA CIVIL QUE MATO A UN JOVEN LA NOCHE ANTES DE SU BODA EN COLLADO-VILLALBA

MADRID
SERVIMEDIA

El fiscal pide 27 años de pisión para José María del Río Cárdenas, guardia civil acusado de matar en el transcurso de una discusión a un joven que celebraba su despedida de soltero en un pub de Collado-Villaba (Madrid), que será juzgado a partir de mañana en la sección decimosexta de la Audiencia de Madrid.

Los hechos se remontan a la madrugada del 6 de abril de 1990, cuando el procesado se dirigió a la localidad madrileña con sus compañeros José Sánchez, Juan Manuel Polo y José Luis Ramos, después de efectuar un servicio de esolta de presos desde Vitoria, donde estaban destinados los guardias, a la cárcel de Carabanchel.

Los cuatro agentes visitaron el domicilio de los padres de José María del Río, donde cambiaron el uniforme por ropas de paisano. Del Río dejó allí su arma reglamentaria y se llevó una pistola de su propiedad.

Después de cenar y tomar unas copas en diferentes locales de la población, los agentes llegaron alrededor de las tres de la madrugada al pub "Joloki", donde se encontraba José Manuel Santarem Ciuad, de 23 años, celebrando su despedida de soltero con un grupo de amigos.

En un momento dado, los guardias civiles intentaron iniciar una conversación sin éxito con una de las jóvenes del grupo, Esther Ruiz López. Se produjo entonces una pequeña discusión sin mayores consecuencias, hasta que la joven pidió a José Manuel Santarem que la llevara a su casa un par de horas más tarde.

El grupo de guardias civiles, que en ningún momento dieron a conocer su condición de miembros de la Benemérita, segúnconsta en las conclusiones provisionales del fiscal, salió tras ellos, pretendiendo el procesado que Esther permaneciera con él en el establecimiento, momento en el que la víctima medió en la discusión. Santarem recibió un disparo en la cabeza que le provocó la muerte unas horas después.

El procesado trató de desprenderse de la munición sobrante, que fue encontrada en las proximidades de la Cruz Roja de Villalba, donde el agente acudió con el resto del grupo para que el joven mortalmente herido fuera tendido.

El ministerio público considera que los hechos constituyen un delito de asesinato, por el que pide 27 años de cárcel, mientras que las acusaciones particulares solicitan 30 años de reclusión mayor.

(SERVIMEDIA)
16 Nov 1992
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