Además, también mañana será juzgado Parot por colocar en 1988 un coche-bomba junto a la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, atentado en el que murió una persona y por el que el fiscal solicitará otros 140 años de cárcel para el terrorista.

Según el fiscal, en los últimos días de 1989 Parot se desplazó a Zaragoza junto con otros tres etarras para obtener datos sobre la casa cuartel de la Guardia Civil situada en la avenida de Cataluña d esa localidad, con el fin de colocar en sus inmediaciones un coche-bomba y activarlo de madrugada, cuando sus ocupantes estuviesen durmiendo.

Con los datos necesarios para realizar el atentado, los terroristas regresaron a Francia, donde recibieron instrucciones sobre el lugar donde encontrarían los vehículos y los explosivos y la forma de utilizarlos.

El 8 de diciembre, los etarras volvieron a Zaragoza y en la zona industrial de la ciudad recogieron los vehículos que iban a utilizar en la acció terrorista, en los que colocaron los 250 kilos de amonal que otros etarras habían dejado ocultos en una arboleda situada junto al río.

Sobre las seis de la madrugada del 11 de diciembre, Parot y otro terrorista aparcaron junto a la casa cuartel el coche-bomba, que explosionó poco después, causando la muerte en el acto a 11 personas, entre ellas 4 niñas menores de 8 años y otra de 14, y heridas de diversa consideración a otras 83.

El fiscal solicitará además que Parot pague unos 300 millones de psetas en indemnizaciones por las víctimas y concretamente 20 millones a los herederos de cada una de las personas asesinadas.

En el otro atentado, el fiscal atribuye a Parot la colocación, junto con otro etarra, de un coche cargado de unos 20 kilos de amonal junto a la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid, el 17 de mayo de 1988.

Como consecuencia de la deflagración murió Carmen Pascual Carrillo, de 80 años, que se encontraba en el interior de un vehículo parado en ese momento en un semforo junto al coche-bomba. Además, otras cuatro personas resultaron heridas.