En su defensa, Jiménez alegó que quiere ser coherente con sus ideas de izquierdas y abertzales, y que considera que ya ha hecho el equivalente a un prestación social voluntaria con sus tareas en labores sociales y públicas.

Añadió que rechaza los valores del Ejército, como la "obediencia, jerarquía y sumisión", y opinó que las fuerzas armadas son un obstáculo para su objetivo de luchar por una Euskal Herria independiente. El abogado de Jiménez presentó como prueba documental un texto aprobado el pasado 6 de marzo por los grupos municipales del ayuntamiento de San Sebastián, a excepción del PP y PSOE, en el que mostraban su apoyo a Jiménez y solicitaban al Gobierno central la derogación de la Ley de Objeción de Conciencia y de la Ley del Servicio Militar.