En su escrito de calificaciones, el fiscal considera a Pérez Villar autor de un delito contra la seguridad del tráfico, por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, y pide además que el senador constituya una fianza de 300.000 pesetas para la cobertura de las responsabilidades pecuniarias que uedan derivarse.

Según el representante del ministerio público, en la tarde del 8 de noviembre de 1991 Pérez Villar condujo por la carretera N-601 su turismo "tras ingerir bebidas alcohólicas en exceso y bajo sus naturales efectos".

Agrega que "debido a su lamentable estado", fue seguido durante unos 7 kilómetros por una pareja de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que "advirtió su antirreglamentario comportamiento, que se repitió durante la persecución, durante la cual el acusado invadó insistentemente el carril destinado a la circulación contraria".

El fiscal precisa que las dos pruebas realizadas con el alcoholímetro al senador determinaron que su sangre tenía 1,43 y 1,28 gramos de alcohol por 1.000 cc de sangre, mientras que el máximo permitido es de 0,8. Además, los análisis de sangre demostraron que tenía un porcentaje de 125 miligramos de alcohol por 100 mililitros.