Los hechos enjuiciados se remontan al 1 de octubre de 1993, cuando el policía disparó contra un turismo en la calle Becerro de Bengoa, en la capital palentina, al hacer caso omiso el conductor, Jesús Andrés Amor, a las indicaciones del agente para que detuviera el vehículo, que circulaba en dirección prohibida.

El ministerio fiscal pide 100.000 pesetas de multa para el policía por un delito de lesiones en grado de frustración y la acusación partiular 6 meses de arresto mayor, además de un millón de pesetas de multa, considerando responsable civil subsidiario al Ayuntamiento de Palencia.

El agente afirmó en el transcurso de la vista que actuó de esa forma porque considera que era su obligación, ya que el conductor intentó atropellarle y además se negó a entregarle su permiso de conducir y el seguro obligatorio del vehículo, además de insultarle. Todo ello le hizo pensar, afirmó, que Jesús Andrés Amor era un delincuente que había sustraído el vhículo.

Por su parte, el conductor rebatió los argumentos del agente, asegurando que su comportamiento fue correcto, entregó el permiso de conducir desde un primer momento y no oyó la orden de detenerse.