La Fiscalía indica en su solicitud al tribunal de la Sección Octava de la Audiencia que todos los ciudadanos "son iguales ante la ley, sin distinción de clase social ni posición económica", y considera que el empresario no padece la enfermedad cardíaca incurable que aseguran sus defensores.

El fiscal también aduce que Puigneró no está rehabilitado,porque desde que fue condenado, en 1995, hasta ahora, se le han abierto otras tres causas por el mismo delito.

Respecto al ofrecimiento del empresario de 7.500.000 pesetas como reparación de los daños producidos en el medio ambiente por sus fábricas, Pérez de Gregorio cree que no se trata de un gesto suyo, sino una obligación impuesta por la multa incluida en la misma condena.