En su primera comparecencia ante el Congreso, Granados se comprmetió a atender desde la imparcialidad la exigencia social de que se erradique la corrupción, pero dijo que para ello deberá contar "desde ya" con los medios necesarios.

"El ministerio fiscal no puede estar pidiendo favores a otras instituciones para tener los medios adecuados", aseguró el fiscal del Estado, quien insistió en que la eficacia de la Fiscalía Especial Anticorrupción que se va a crear dependerá de que cuente con los medios humanos y técnicos precisos.

Citó, por ejemplo, la necesidad e contar con inspectores de Hacienda y del Banco de España, con interventores del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas e inspectores de la Comisión Nacional del Mercado De Valores, así como con unidades de policía judicial altamente cualificadas.

Granados confió en que al final de su mandato, el ministerio fiscal sea considerado como "el más eficaz enemigo de toda actividad electiva, especialmente de las conductas relacionadas con la corrupción".

Desde el comienzo de su intervención, uiso dejar patente su voluntad de marcar un nuevo estilo al frente de la Fiscalía General del Estado: "Quiero que durante mi mandato haya un fiscal del Estado más próximo, que sólo se mueva con el móvil de defender la legalidad bajo una actuación imparcial, a pie de obra y no con una actitud pasiva".

"Allí donde aflore la corrupción", añadió, "se hará un serio esfuerzo para que los procesos se agilicen sin merma de las garantías de los judiciables".