EL FISCAL ANTIDROGA DE ASTURIAS DIMITIRA SI GRANADOS NO ATIENDE A SUS PROPUESTAS PARA MEJORAR LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRAFICO

OVIEDO
SERVIMEDIA

El fiscal especial antidroga de Asturias, José Luis Rebollo, ha expresado su intención de dimitir de su cargo si el fiscal general del Estado, Carlos Granados, no acepta sus reivindicaciones sobre la mejora en la investigación y la lucha contra el narcotráfico.

Rebollo, que expondrá sus planteamientos en una reunión que mantendrán ls fiscales antidroga con Carlos Granados el próximo mes de marzo, ha tomado esta decisión después de que el Tribunal Supremo absolviese recientemente a 3 narcotraficantes, entre ellos al ex campeón de boxeo Gitano Jiménez, al considerar que las escuchas telefónicas en las que se basó la acusación son ilegales y no constituyen pruebas suficientes para condenar a los presuntos traficantes.

José Luis Rebollo considera que este aspecto de las escuchas telefónicas debe solucionarse urgentemente. En su opinón, debería ser legal y formar parte de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, "para que no nos movamos exclusivamente por las resoluciones del Tribunal Supremo que a veces nos parecen un tanto exageradas".

Rebollo añade que acata dichas resoluciones, pero que no las comparte. Precisamente, el fiscal antidroga de Asturias se vió ayer obligado a pactar penas mínimas para una supuesta red de narcotraficantes con el fin de evitar de absoluciones por escuchas como las anteriormente citadas.

Otra de las mdidas que Rebollo, junto con los fiscales antridroga de Galicia y Cantabria, pedirá a Carlos Granados es la regulación sobre la conexión del pequeño traficante consumidor con las instituciones de rehabilitación, "para evitar penas de cárcel a estas personas a cambio de que se sometan a un proceso terapéutico de curación".

Asimismo, pretenden un regulación efectiva del arrepentido o colaborador de la justicia que, según el fiscal, "nos sirven enormemente en las investigaciones de los delitos de droga ypasa por la aplicación de varias medidas de gracia, siempre después de la sentencia y las correspondientes condenas y no antes, como ocurrió en la 'Operación Nécora' en la que los llamados arrepentidos eran mirados con recelo por las defensas, ya que se les había concedido de antemano el beneficio".

También reclaman una policía judicial subordinada a los fiscales y con independencia total en cuanto al trabajo relativo a la droga de sus mandos superiores en las investigaciones.

José Luis Rebollo, espués de cinco años y medio en el cargo, dice que ha empezado a sentirse cansado de "la falta de voluntad decidida de ayudar, potenciar y proteger esta figura del fiscal especial antidroga, que es una figura no política que se dedica a los tres campos, prevención, represión y rehabilitación".

(SERVIMEDIA)
09 Feb 1995
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