Veblinsa había sido constituida en octubre de 1988 con un captal de 25 millones que luego se amplió a 171,6 millones de pesetas. En el momento de su venta no tenía fondo de comercio y arrastraba pérdidas acumuladas, datos confirmados, según el periódico, por fuentes conocedoras de la operación.

La venta de a Isolux se hizo con la promesa de que Banesto, presidido por Conde, le adjudicaría a Veblinsa un contrato por valor de 1.700 millones de pesetas anuales por un periodo de cinco años para prestar servicios de seguridad en las sucursales del banco. La promesa,según las fuentes, nunca se cumplió.

En la operación de Veblinsa , además, aparece vinculado Mario Conde a través de la sociedad Puerto del Moral, que es uno de los socios de Veblinsa cuando es adquirida por Isolux en 1993. El propio ex presidente de Banesto reconoció en el Congreso de los Diputados el día 19 de octubre su relación con esta empresa.

Conde dijo textualmente "Esas sociedades (Puerto del Moral y Puerto del Condado) no se dedicaban a ninguna actividad de ningún tipo; eran sociedades bsolutamente inactivas que nunca habían hecho ningún tipo de negocio".

En los consejos de administración de Veblinsa y de las empresas que controlan su capital aparecen personas relacionadas con el ex presidente de Banesto, además de su cuñado. Algunas de esas personas son Eugenio Martínez Jiménez y Carlos Díaz Porgueres, que han sido calificados como apoderados de Conde.