El acuerdo, firmado por el GEOPA (Grupo de Empleadores del Comité de las Organizciones Profesionales Agrícolas) y el EFA/CES (Federación Europea de Sindacatos de los Trabajadores Agrícolas / Confederación Europea de Sinicatos), trata cuestiones como las condiciones de trabajo, la reduccción de la jornada laboral, la flexibilidad y las nuevas formas de organización del trabajo.

Las medida previstas conciernen princialmente a la promoción de la formación profesional y de la cualifiación en el marco de los fondos y de las iniciativas comunitarias, la investigación y la puesta en amrcha de nuevas formas contractuales adaptadas a las exigencias de competitividad y de desarrollo del empleo.

La Comisión Europea (CE) h destacado la recomendación de reducir la duración media del trabajo, que pasaría de 40 a 39 horas, así como la introducción, por primera vez en este sector, del concepto de flexibilidad, tanto interna (variaciones de la duración normal quincenal del trabajo y permisos de formación y de maternidad) como externa (recurso a nuevos tipos de contrato).

Otra cuestión abordada por primera vez ha sido la del trabajo ilegal. En el acuerdo, los interlocutores sociales se "comprometen a poner en marcha todos lo medios en los planos comunitario, nacional y regional para erradicar el trabajo ilegal, clandestino y no declarado".

También se pide a las autoridades comunitarias y a los gobiernos de los países miembros la aplicación de controles y sanciones para todo tipo de prática de trabajo ilegal.

El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Padraig Flynn, declaró que "este acuerdo representa "una mejora concreta e importante de las condiciones de los trabajadores agrícolas".