"Esperamos un rasgo de cordura del Gobierno, que retire esa enmienda o que vote en contra de ella cuando vuelva al Congreso de los Diputados", dijo Caldera en un encuentro con periodistas.

La gravedad de lo ocurrido radica, según explicó, en que por primera vez el Estado apela a la jerarquía para imponese a las comunidades autónomas, "y eso es inconstitucional". "Las transferencias son voluntarias, pactadas, y aquí se imponen", dijo.

El portavoz socialista pidió por ello al conjunto de formaciones parlamentarias que rechacen esta iniciativa, especialmente a CiU, "que ayer en la Junta de Portavoces criticó el uso que está haciendo el Gobierno del Senado".

En opinión de los socialistas, si esta enmienda sale adelante cualquiera de las dos salidas que tienen las comunidades autónomas serán malas pra sus ciudadanos. Si aceptan las transferencias sanitarias, porque "no tendrán derecho a una sanidad de calidad", y si las rechazan, "porque quedarán fuera del sistema, al arbitrio de la discrecionalidad del Gobierno".

Esa disyuntiva, recordó, pesa sobre todas las comunidades, no sólo sobre las gobernadas por el PSOE, sino también sobre las del PP, y, si se callan, les advirtió, demostrarán que "su vasallaje a su partido" prima sobre el interés de sus ciudadanos.