FILESA. SALA DICE QUE COMPRO LA MITAD DE TIME EXPORT, ERO SOLO LE INTERESABA UN LOCAL DONDE UBICAR UNA FUNDACION
- Niega vinculaciones con Filesa y Malesa y asegura que nada tuvo que ver en una presunta financiación irregular del PSOE
- Los diputados de la comisión de partidos consideran que su testimonio fue ingenuo y de escasa credibilidad
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El senador del PSOE Josep María Sala defendió hoy su honorabilidad durante la comparecencia en la comisión de financiación de partidos y aseguró que sus únicas vinculaciones con l empresa Time Export se limitaron a las de ser un "mero accionista" y a participar en varias reuniones de la junta general de accionistas.
Sala subrayó ante los diputados que jamás ha tenido nada que ver respecto a una posible financiación irregular el PSOE o del Partido Socialista de Cataluña (PSC) y que tampoco ha participado en la gestión, dirección o administración de Time Export, Filesa y Malesa.
El parlamentario socialista, que en ningún momento se mostró nervioso, y que en ocasiones se peritió hacer algún comentario irónico, provocó la perplejidad de los comisionados al explicarles cuáles fueron sus relaciones con Time Export.
En un tono bien distinto al férreo silencio demostrado ayer en la comparecencia de Carlos Navarro, ex tesorero del grupo parlamentario socialista, Sala relató que su vinculación con Time Export se reduce a la compra de la mitad de las acciones de dicha sociedad por 200 pesetas, en julio de 1987, y a la venta de las mismas, por la misma cantidad, en noviembre del ño siguiente.
Aseguró que el motivo de su interés en la citada compañía era únicamente el de utilizar un local de excelente ubicación que la empresa tenía alquilado, para dedicarlo eventualmente a sede de alguna asociación, fundación o archivo dedicado a Partido Socialista de Cataluña.
SIMPLE ACCIONISTA
Sala, ante el asombro de los comisionados, señaló que no conoció "ni antes, ni durante, ni después de esa compra" ninguna actividad de Time Export y que tampoco participó en ningún acto de gestin, más allá de la asistencia a las juntas generales de la sociedad como simple accionista.
El senador incluso llegó a afirmar que nunca tuvo "presencia física" en el local, que los trabajadores no le conocían y que nunca le entregaron un juego de llaves. Tampoco sabía si la empresa tenía pérdidas o no, ni el número de empleados con el que contaba.
Sala agregó que una vez que comprobó que el local no podía ser utilizado como sede de alguna asociación vinculada con el Partido Socialista, y ante un ventual deshaucio por parte del propietario del edificio, se desentendió de la empresa y decidió vender sus acciones.
Las explicaciones del compareciente no convencieron a los comisionados, que no entendieron cómo adquirió "prácticamente a ciegas" una sociedad, sin conocer su patrimonio, sus actividades o su situación económica.
El portavoz del PP, Jaime Ignacio del Burgo, dijo a Sala que sus argumentos demostraban una gran ingenuidad por su parte, al tiempo que comentó, en tono irónico, que él tnía el estereotipo de que en Cataluña se afina mucho a la hora de hacer negocios.
ME CAE SIMPATICO
Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida (IU), se dirigió al compareciente para decirle que le caía simpático, pero que su testimonio no le parecía creíble. Dijo que su impresión final era que Sala había actuado en el caso de Time Export en nombre del partido y "en el marco de una situación de impunidad derivada de la mayoría absoluta socialista".
Pilar Rahola, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) agradeció la locuacidad demostrada con Sala y contrapuso esta actitud con el silencio demostrado por su compañero de partido Carlos Navarro. Igualmente, dijo que su "brillantez política" contrasta fuertemente con la ingenuidad mostrada en su exposición.
Sala se vio arropado en su comparecencia por el senador Joan Raventós y por las diputadas socialistas Ana Balletbó y Mercedes Aroz. El que fuera ex responsable de Organización del PSC y miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE dijo que pondrí la mano en el fuego tanto por Navarro como por todos sus compañeros y admitió que hubiera firmado la carta de apoyo a Galeote, y que si no lo hizo fue porque no se la presentaron.
Antes de ser sometido al turno de preguntas hizo un alegato en el que defendió su honorabilidad y señaló que la "extraordinaria duración" del proceso judicial emprendido por el juez Barbero ha perjudicado su imagen como político y le han causado un "quebranto personal". Indicó que el tiempo es su mayor enemigo y que confía n que la justicia restablezca cuanto antes su honor.
(SERVIMEDIA)
02 Dic 1994
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