"Este país no puede instituir 17 mercados laborales, 17 sistemas de protección social y 17 ámbitos fiscales", dijo Fidalgo durante su discurso en el Club Siglo XXI de Madrid, donde denunció señales "desalentadoras" en esta dirección, como las "carreras desfiscaliaciones competitivas y los complementos de pensiones" adoptados en direrentes regiones.

En su conferencia "El sindicalismo en los 25 años de Constitución Española", Fidalgo hizo un recorrido por el movimiento sindical en nuestro país para defender el diálogo social como método para la negociación.

En este sentido, recordó a los partidos políticos que siempre encontrarán a los sindicatos "atentos a sus propuestas y abiertos al diálogo".

"Conocen nuestra convicción de que el diálogo es siempr fructífero y el acuerdo equilibrado y positivo", mientras que el conflicto "se nos impone". "Los gobiernos deben ser sensibles a las demandas concertadas y recelar de las demandas de parte", resumió.

En cuanto a otras reformas de carácter social, abogó por una reforma de los sistemas de protección social al mismo ritmo que cambia la economía y la organización de los países.

"Los sistemas de protección social descansan en la productividad del trabajo, en el empleo masivo y de calidad. Deben ser rformados al paso del cambio económico, social y cultural", explicó.

CONSTITUCION

Fidalgo defendió la Constitución Española de 1978 y dijo que ha sido el mecanismo que ha generado años muy "satisfactorios" en materia social, económica y cultural en España. También, según dijo, ha supuesto una defensa de los derechos de los trabajadores.

En este sentido, defendió las constituciones democráticas de los países de la Unión Europea que, como la española, son también "constituciones sociales".

Paa Fidalgo "los derechos de ciudadanía son los que deben alentar el patriotismo constitucional, que debe verse como superior en valores al patriotismo etnicista tan acechante en todos los recodos".

Por ello, insistió en que estas reflexiones deben formar parte de la nueva "oportunidad constituyente europea", tanto impulsadas por las autoridades comunitarias como por las de los países que tienen en sus manos "potentes instrumentos constitucionales".