Fidalgo expresó esta opinión durante un encuentro celebrado en Madrid con motivo de la Asamblea General Ordinaria de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas (Asepam).

El secretario general de CCOO confesó que, cuando se empezó a implantar la RSE en las compañías, su sindidato "abominó" de ese fenómeno, ya que lo veían como una "limpieza de cara" por parte de las empresas.

En este sentido, Fidalgo insistió en que los sindicatos no son enemigos de las empresas, "pero siempre las miramos con mucho cuidado".

Además, el sindicalista explicó que el desarrollo sostenible exige el respeto a las exigencias de la economía, la sociedad y la naturaleza, y que, si se cumplen las tres, el desarrollo funciona.