11-M

EL FERVOR RELIGIOSO LLEVO A "EL CHINO" A COMPRAR CORDEROS VIVOS PARA MATARLOS "A SU MANERA"

MADRID
SERVIMEDIA

Jamal Ahmidan, alias "El Chino", uno de los autores del 11-M, compró corderos vivos para matarlos "a su manera", según declaró en la Audiencia Nacional Rachid Aglif, en prisión por su participación en la matanza y que pudo tener un papel importante para lograr los explosivos utilizados en los atentados.

Aglif, que trabajaba en una carnicería en el barrio de Lavapies cerca del locutorio de Jamal Zougam, otro de los implicados en la masacre, dijo al juez Juan del Olmo en abril del pasado año que "El Chino" era "muy religioso" y cliente de su establecimiento.

Asimismo, explicó al juez cómo llevó en una ocasión en su coche a Rafá Zouhier hasta un McDonald's del barrio de Carabanchel, dondeencontraron a "El Chino" y a una "chica", que por otras declaraciones judiciales se sabe que fue Carmen Toro.

A este respecto, el acusado sostuvo que en este encuentro no se habló de detonadores y explosivos, como sostiene el minero José Emilio Suárez Trashorras, sino sólo del tráfico de hachís.

En este sentido, Aglif también negó que hubiera viajado a Asturias, lugar de donde salió la dinamita que Suárez Trashorras y otros acusados proporcionaron al comando islamista que perpetró la matanza de Madrid.

(SERVIMEDIA)
20 Ene 2005
NBC