Ferrer Salat, que hizo estas declaraciones ayer por la noche durante un encuentro con un grupo de empresarios en S'Agaro (Gerona), se mostró partidario de flexibilizar el mercado de trabajo y reducir las prestaciones del sector público para poder recuperar la pérdida de competitividad que afecta a Europa respecto a Estados Unidos y Japón.

El dirigente empresarial se refirió al peligro que comporta la situación de crisis política derivada de lo casos de corrupción porque, según dijo, puede desviar la atención de los otros problemas económicos básicos.

A su juicio, la consecuencia negativa de esos casos es que "centrarán la atención de los políticos, de la vida pública, de los medios de comunicación y de los ciudadanos, y desviarán la atención de los temas fundamentales, como resolver la mejora de la economía, la ocupación y el aumento del nivel de vida y de la competitividad".

Ferrer Salat consideró que los políticos deben hacer entendr a los ciudadanos que muchos servicios que ofrece el Estado del bienestar sería necesario racionalizarlos, aunque se trate de una medida impopular.