En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega dijo que, a su juicio, "no tienen nada que ver" los abusos sexuales con el aborto.

Así, destacó que "los casos de violación en colegios católicos de Irlanda son execrables y constituyen un delito, y muy grave, por el que deberán dar cuenta ante la Justicia sus responsables".

A renglón seguido, explicó que "la interrupción voluntaria del embarazo, contemplada en determinados supuestos en la ley, está así regulada en la mayoría de países de nuestro entorno, para garantizar los derechos de las mujeres que se encuentran ante una situación de dificultad y para establecer garantías para los profesionales y equidad", explicó.

También dijo que "más allá del respeto, en este último caso, a las creencias y principios morales, el Gobierno ha decidido mejorar esta regulación, de acuerdo a los criterios científicos, con respeto a la Constitución y nuestra jurisprudencia".

"Por lo tanto", concluyó, "una cosa son las creencias, otra cosa son los delitos y otra cosa son las regulacionesque establece la ley para garantizar derechos".