El Congreso fue clausurado esta noche por el vicepresidente primero del Gobierno, el asturiano Francisco Alvarez Cascos, quien no se pronunció en su discurso sobre la polémica suscitada acerca de los GAL. Tampoco quiso hablar de las declaraciones de José Barea aconsejando el cierre de hospitales públicos no rentables.

En su lugar, Cascos centró su discurso en defender el modelo de financiación autonómica pactado con CiU. "Es un acuerdo abierto que sirve a todas las comuniadaes autónomas", dijo. "Sólo ha sido expulsado quien ha querido".

En cuanto a política económica, aseguró que la inflación en 1996 será del 2,6 por ciento y que la tasa de desempleo bajará en un 1 por ciento a final de año. Añadió que el recorte presupuestario en las inversiones se compensará con la intervención de financiación privada, sobre todo en materia de infraestructuras.