Esta universidad acordó nombrar donctor honoris causa a Ordóñez en julio de 1992, poco antes de su fallecimiento, por ser "un trabajador por la paz entre los hombres y los pueblo", según dijo el rector, Justo Nieto.

El actual ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, que apadrinó al nuevo doctorado en la persona de la viuda, dijo de su antecesor que era hombre obsesionado por la modernización y engrandecimiento de España, y que los resultados que dejó son la prueba evidente de su éxito.

"Fernández Ordóñez dedicó su vida a cambiar esa foto fija de la España caciquil, hosca y dura en la que creció", añadió Solana, quien definió al ex ministro como "un ser humano simpáico y cautivador, de una personalidad humana excepcional y esencialmente generoso".

El presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, que asistió al acto junto con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, manifestó que Fernández Ordóñez era una persona íntegra en el más pleno sentido de la palabara, que con su vida demostró que la vida política es servidumbre y entrega.

María Paz García Mayo, de la que Ordóñez dijo en vida que era "única certidumbre", recogió visiblemente emocionada los símblos del doctorado: el birrete laureado, el anillo y los guantes blancos.