Fernández-Armesto, que se despidió del puesto en una rueda de prensa en la queleyó el documento titulado "Reflexiones en torno a un mandato al frente de la CNMV", dijo que, pese al balance positivo que hace de su gestión, 'quedan muchas cosas por hacer".

Entre ellas, citó la necesidad de establecer mediante ley unas limitaciones a las clásusulas estatutarias de blindaje frente a las OPAs hostiles, una regulación más estricta y transparente sobre la autocartera y una mejor definición de las obligaciones de los accionistas mayoritarios respecto a los minoritarios.

El aún preidente de la CNMV fue aún más concreto, y dijo que las posibilidades de las empresas de blindarse respecto a OPAs hostiles deben ser suprimidas, ya que sólo tenían sentido en la medida en que la legislación europea permitía OPAs parciales.

"Como la Unión Europea impone que las OPAs sean siempre al 100%", agregó, "todo blindaje debe poder ser desactivado por una mayoría de accionistas cuando se produce una OPA".

A su juicio, la bolsa española y las autoridades deben estar atentos a los procesos deunificación de normas regulatorias, ya que "se tiende a un mercado financiero único, y en pocos años los pases que se alejen de ese estándar normativo se verán perjudicados".

Fernández-Armesto también aprovechó su despedida para lanzar un reproche a las empresas financieras españolas sobre su escasa participación en la elaboración de la normativa que regula el mercado de valores español.

A su juicio, hace falta un decreto que regule la creación de un comité consultivo del mercado en el que estén epresentados todos los agentes y administraciones del sector, y expresó su "desilusión" por la escasa presencia de las empresas en el diseño de la normativa.

"Nos miran como a un contrario", dijo Fernández-Armesto, "cuando el regulador es algo que pagan ellos. En cuatro años de mandato", prosiguió, "no he recibido ni un sola propuesta concreta del sector financiero diciendo o recomendando una forma concreta de regular aspectos del mercado".