De acuerdo con los datos recabados por esta empresa entre promotores, intermediarios y agencias del sector, en los últimos meses se aprecian reducciones de los precios de las viviendas de hasta un 20 por ciento en algunas zonas debido a las juergas nocturnas que organizan grupos de jóvenes que se reúnen fundamentalmente parabeber.

Habitania destaca que hasta hace poco la cercanía de una vivienda a un parque era un motivo más para su compra. Sin embargo, en la actualidad, dependiendo del público que pueda atraer dicho parque por la noche, el efecto puede ser justo el contrario. Las viviendas de las plantas más bajas son las que más se están resintiendo por este problema.

Otra consecuencia del llamado "efecto botellón" está siendo que, ante la imposibilidad de encontrar familias dispuestas a pagar un precio razonable or vivir en las zonas que son ocupadas por los jóvenes para beber, los propietarios transforman dichas viviendas en oficinas para alquiler, lo que, a corto y medio plazo, puede desembocar en un vaciamiento del centro de las ciudades.

Por el contrario, respecto a los efectos que el 11-S está teniendo en algunas ciudades españolas, Habitania apenas ha observado variaciones apreciables en los precios de la vivienda para primera residencia en zonas urbanas. Durante las tres primeras semanas posteriores a os atentados sí se produjeron caídas considerables en las ventas, de hasta un 25%, pero éstas se compensaron durante las siguientes semanas, en las que los precios se mantuvieron estables.