Tras las elecciones municipales del 25 de mayo, los socialistas consideran que las cuentas les salen para conseguir la presidencia de la Federación que se les escapó en la anterior cita congresual de noviembre de 1999, la primera en la que los alcaldes electos tuvieron que elegir entre dos candidatos.

Los contactos formales entre los socialistas e IU no tendrán lugar hasta que las corporaciones locales queden constituidas, lo que sucederá a lo largo del verano. Sin embargo, fuentes de ambas formaciones aseguraron que existe una voluntad de llegar acuerdos para evitar que la presidencia vuelva a recaer en el PP.

Tras los comicios del domingo el PP ha logrado 23.286 concejales, el PSOE 22.915 e IU 2.192, mientras que en las anteriores municipales el PP logró 24.623 concejales, el PSOE 21,917 e IU 2.295.

La superioridad numérica en cuanto a concejales y futuros alcaldes es el argumento que esgrime el PP para afirmar que conservará la mayoría en la FEMP. De hecho, hoy mismo el presidente del PP de Madrid, Pío García Escudero, advirtió al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que no debe "vender la piel del oso antes de matarlo prque volverá a hacer el ridículo".

En la asamblea anterior, la candidatura de la alcaldesa de Valencia, la popular Rita Barberá, fue reelegida por 13.197 votos, frente a los 11.863 que consiguió el alcalde socialista de Lleida, Antoni Siurana.

La FEMP tiene que celebrar obligatoriamente una asamblea después de la celebración de elecciones municipales, con un plazo límite de 6 meses. Por tanto, la próxima asamblea se celebrará en otoño.

A ella estarán convocados todos los alcaldes electos, auque el voto de cada uno de ellos tiene muy diferente valor en función de la población del municipio que representan. Así, las localidades de menos de 2.500 habitantes suponen 2 votos; las que tengan entre 2.501 y 5.000 tiene 3 votos; las de entre 5.001 y 10.000 tienen 5 votos y las de entre 10.001 a 20.000 cuentan con 10 votos.

Las ciudades de tamaño medio de entre 20.001 y 50.000 habitantes tienen asignados 15 votos; las de entre 50.001 y 100.000 cuentan con 30 votos; las de entre 100.001 y 500.000 sponen 50 votos; las que están entre éstas y las que tiene un millón de vecinos censados tienen 75 votos, y a aquéllas que cuentan con más de un millón de habitantes se les asignan 100 votos.

Con este sistema de elección es difícil pronosticar cuál será el resultado final porque, además de los grandes partidos de implantación nacional, otros regionales o los alcaldes independientes también cuentan con significativa respresentación, lo que hace complicado urdir los acuerdos necesarios para alcanzar la pesidencia.

Tras las elecciones del domingo, por ejemplo, los grupos independientes consiguieron 3.169 concejales, ERC obtuvo 1.256, Iniciativa per Catalunya consiguió 390, y el BNG, 594. En total, 26 organizaciones o grupos han obtenido representación municipal, y algunos de ellos lograrán la alcaldía de los ayuntamientos en los que concurrieron.

Lo que parece claro es que la presentación consensuada de una sola lista integradora para la dirigir la FEMP, acabó con la Séptima Asamblea de 1999, y apartir de ahora este organismo será también arena de batalla política para los grandes partidos.

La composición de la Ejecutiva de la FEMP es proporcional a los votos obtenidos. En la actual dirección hay, además de la presidenta, 9 miembros del PP y 10 del PSOE, entre los que se encuentra la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU). De manera que el pacto entre PSOE e IU en esta institución no sería una novedad.