Felipe Sahagún, que participó hoy en una mesa redonda de la Universidad Complutense sobre "Bosnia: ¿Neutralidad?", dijo que ninguno de los pueblos de la ex federación querían la guerra y fueron sus dirigentes los que la provocaron. "No hay culpables entre los pueblos, en los Balcanes no han sido más salvajes que en España durante la guerra civil. Estamos hablando de un problema envenenado e incentivado por las cúpulas dirigentes", señaló.

Sahagún, que también es miembro del Consejo Editorial del diario "El Mundo", señaló que "consciente o inconscientemente, todos han contribuido a la destrucción de un pueblo".

Por su parte, Hermann Tertsch, especialista en temas del Este europeo y subdirector de Opinión del diario "El Pas", consideró que de lo único que se puede acusar a Alija Izetbegovic es de "negligencia criminal".

Para Tertsch, "Izetbegovic podría ser acusado por su pueblo como criminal de guerra porque tuvo la buena fe de entregar todas las armas de la defensa territorial bosnia al ejército yugoslavo como acto de buena voluntad, y el ejército yugoslavo se las pasó automáticamente a los serbio bosnios".

El ex corresponsal de "El País" en los países del Este cree que el líder bosnio musulmán ha reparado este rror, que cometió en 1992 y provocó el inicio de la limpieza étnica a gran escala, con la "ofensiva de supervivencia" que ha permitido frenar el avance serbio.