El escrito dirigido a TVE, al que tuvo acceso Servimedia, dice que en el guin "deben dejar de ser protagonistas las imágenes de autos de fe, limitándose en todo caso a referencias" y que "ningún término malsonante debe aparecer en la serie".

Asimismo, indica que el tratamiento dado en el guión al aspecto sexual de la vida y entorno de Felipe II es inadecuado, por lo que "todas las escenas de amor -por estúpidas- y las referencias sexuales -por innecesarias- de la serie deben ser suprimidas".

El autor de estas observaciones asegura que su propósito es que se ruede una sere "donde el rigor absoluto a la verdad acompañara a la belleza visual y sonora como instrumento para recuperar una época que, como todo pasado, está ya irremediablemente perdida: una serie amena pero no frívola, sintética pero no simplificadora, espectacular sin derroches, luminosa sin encubrimientos...".

Con ese fin, sugiere que "la afición artística y cultural del Rey Prudente debe tener un protagonismo mucho mayor", a cuyo fin convendría resaltar su relación con artistas como Tiziano, Juan HerreraJuan Bautista Toledo.

Igualmente, "la ciencia, tal y como se concebía en la época, debe aparecer con una relevancia mucho mayor a lo largo de la obra. Felipe II, por ejemplo, protegió y amó a Vesalio (un profesor de anatomía que puso en entredicho las ideas heredadas desde Galeno), no lo persiguió".

En cuanto al monarca, "el Rey no debe presentarse como un personaje arisco e intransigente mas que en momentos excepcionales -como las referencias al proceso del arzobispo Carranza, a la rebelión flaenca o la revuelta de los moriscos de Granada- e, incluso en éstos, enmarcado en la duda agónica propia de un hombre de rígidos principios morales y religiosos pero embarcado en la lucha de poder de la política renacentista".