Respecto a su papel en el PSOE, afirma que está "al otro lado del muro y eso me gusta", y aunque algunos piensan que está "en el banquillo" de la política, dispuesto a volver en cualquier momento, asegura que no es así.

"No estoy en la grada", explica utilizando un símil futbolístico, "estoy haciendo cosas. Pero no estoy en el banquillo. Eso es lo que quiero que comprenda".

Preguntado sobre si no sería mejor que asumiera una responsabilidad concreta dentro del PSOE y dejara de mirar la política "desde el banquillo", contesta que cree que no, porque "uno no puede pretender en serio ser imprescindible dirigiendo una organización más de un cuarto de siglo".

Sobre la situación interna de su formación política y qué pasos se deben dar en los próximos meses, González declara que no cree necesario un congreso extraordinario.

Respecto a la posibilidad de que ocupe e puesto de presidente del PSOE tras el fallecimiento de Ramón Rubial, manifiesta que esto es algo que no debe decidirse hasta el próximo Congreso del partido y añade, refiriéndose a sus compañeros, que "entonces que lo piensen y decidan, pero no en relación conmigo".