FELIPE GONZÁLEZ PIDE UN "GRAN PACTO POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL" EUROPEO DESPUES DEL 7-J
- La crisis "se veía venir" desde mayo del año pasado
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El ex presidente del Gobierno Felipe González aseguró hoy que "estamos en una crisis que pone de manifiesto que no hay una gobernanta global", mientras que "los problemas a los que nos enfrentamos sí que son globales" y, por eso, después de las europeas del 7 de junio debería promoverse "un gran pacto político, económico y social" en Europa.
González aseguró, durante su ponencia el Palacio Municipal de Congresos de Madrid en ExpoMagnagement, que "el proceso de pérdida de competitividad de la economía europea" con "excepciones como Dinamarca o Finlandia venían arrastrándose desde atrás, desde hace muchos años".
En este sentido, señaló que España y los países del este de Europa "en parte estaban ocultando problemas de fondo" de sus economías.
González afirmó que "en mayo del año pasado ya se veía que iba a haber temas de crisis" aunque "Lehman Brothers aún no había dado ningún disgusto" al mundo, si bien "ya en ese momento os digo que se veía venir" el empeoramiento de la coyuntura económica.
"España", explicó, "tiene sus problemas específicos, España ha perdido efectividad, ha tenido probablemente exceso de ladrillo y cemento" y "pérdida de competitividad por hora de trabajo".
González aseguró que en Europa, España incluida, "hemos vivido en el desahorro", salvo Alemania, ya que "el ahorro del mundo se ha desplazado" y también la capacidad productiva, de modo que las economías emergentes como China han aumentado poderosamente su contribución al producto mundial y el ahorro interno.
Ante esta redistribución económica mundial invitó a Europa a "hacer autocrítica" y a "renovar" un pacto económico y políticos en aras de recuperar su competitividad económica y "no vivir de las rentas del siglo pasado".
En este sentido, González afirmó que hace tiempo "ya se notaban los síntomas de la fiebre, las debilidades del crecimiento" económico en Europa, fundamentalmente en lo relacionado con la incorporación de las nuevas tecnologías, sobre todo comparado con EEUU.
A su juicio, Europa no debe seguir insistiendo en un modelo empresarial "autodefinido, heredado desde hace 50 años" que no permite el "flujo ascendente y descendente de iniciativas innovadoras".
En este sentido, criticó la "excesiva rigidez" de las relaciones empresariales-administrativas en Europa y alabó la "flexibilidad" del modelo estadounidense.
En concreto, criticó "el laberinto burocrático" que hace falta superar para acceder a un fondo de ayuda en I+D+i "sólo accesible" a grandes empresas, corporaciones y despachos, pero no cercano a las iniciativas empresariales que parten de jóvenes emprendedores".
(SERVIMEDIA)
20 Mayo 2009
PAI