"Desde luego", añadió, "horrible n es, ya lo he dicho en varias ocasiones. Es un año muy interesante para nuestro país desde muchísmos puntos de vista y, además, afectado en la parte negativa por una crisis internacional, que a nosotros también nos toca; quizás con un poco de retraso".

El presidente del Gobierno hizo estas reflexiones en el Congreso de los Diputados, a su salida de la sesión en la que se ha ratificado definitivamente el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1993.

Preguntado cómo cree que será l año que viene, González matizó que 1992 ha sido "un año bueno". "El año que viene vamos a pasar por una situación, desde el punto de vista económico, difícil -eso lo dicen todos los observadores a nivel internacional- y, por consiguiente, no será un año fácil desde el punto de vista económico".

El jefe del Ejecutivo cree que la economía internacional comenzará a remontar su situación de crisis "quizá en la segunda mitad del año (1993)" y que España entrará "en la buena senda" en los próximos años. González reconoció que la sociedad española vive una sensación colectiva de cierto fracaso -"eso es verdad, eso es verdad", respondió a los periodistas-, pero dijo que España debe saber adaptarse a "situaciones de dificultad" porque son "más blandas".

MENOS CAPACIDAD DE ADAPTACION

"La sociedad", explicó, "a medida que se desarrolla, parece que tiene menos capacidad de adaptación. Es lo que estamos observando en una sociedad superdesarrollada como Alemania, que, cuando ha tenido que afrontar un prceso como el de la reunificación, el hecho de que no crezcan las expectativas de la zona desarrollada occidental, se toma mal, se percibe mal, a pesar de que tienen 22.000 dólares de renta per cápita".

Felipe González comentó que esto nunca lo dicen los responsables políticos "y a mí no me importa decirlo, porque me parece que no tengo mucho que perder".

En su opinión, "hay que decir a los ciudadanos lo que en realidad ocurre". "Por ejemplo", continuó, "un crecimiento del uno por ciento, o uno y edio, durante uno o dos años, es algo fundamentalmente distinto de una caída de la producción del 30 o del 20 o del 18 por ciento, como están viviendo Hungría o Polonia o Checoslovaquia, o incluso de una caída de la producción del 2 por ciento, como vive Inglaterra durante dos años".

Respecto al fenómeno del racismo, que ha aparecido en España en este año, González declaró que es razonable que en Alemania la población esté más sensibilizada por el problema (manifestaciones de 200.000 personas) que en spaña (20.000).

"El fenómeno allí es muchísimo más importante, más intenso y, quizá, más grave que aquí. Aquí se ven los primeros síntomas y yo creo que el problema aquí no es grave todavía. Lo podemos atajar y podemos reaccionar antes a eso", concluyó.