Así lo afirmó en su intervención durante la comparecencia de Sánchez para dar cuenta de los avances cosechados durante la presidencia rotatoria, que se está “despidiendo” con un balance que “solo cabe clasificar de decepcionante”.

En primer lugar, criticó que la presidencia española se diseñó “sin consenso” en las Cortes “por primera vez en la historia” y acusó a Sánchez de “reventarla con una campaña electoral y meses” con un Gobierno en funciones.

Cargó contra el Ejecutivo por estar durante este semestre “más preocupado” por la amnistía que por culminar los retos europeos de la presidencia, y habló de fracasos a la hora de cerrar un acuerdo definitivo en el tratado de libre comercio con Mercosur; de afrontar los desafíos energéticos, de aprobar definitivamente las nuevas reglas fiscales, asunto en el que depende de lo que “digan” Alemania y Francia; y de desbloquear el Pacto de Migración Asilo, en el que dice que ha sido el primer ministro francés, Emmanuel Macron, quien ha liderado todo.

GAS RUSO Y GAZA

Con todo ello, lamentó que España se consolidó en 2023 como “el mayor comprador de gas natural licuado ruso”, después de romper relaciones con Argelia por alinearse con Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, y afirmó que España ha importado más de 7.000 millones de euros en gas ruso, una cifra “lamentable” que ha “servido para financiar indirectamente la guerra de Putin”.

Asimismo, acusó a Sánchez de romper el consenso europeo con respecto a la guerra de Gaza y de “insultar” a Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, un país que “que había sufrido el mayor ataque terrorista de su historia”.

Con todo ello, denunció que los intereses personales de Sánchez “pesaron más que los institucionales”, y afirmó que “el mayor reconocimiento internacional que ha recibido en estos es la felicitación del grupo terrorista Hamás”.